Este proyecto se ubica en una en una zona residencial de baja altura en San Miguel, con escasas áreas verdes, donde predomina la autoconstrucción y subsisten algunas antiguas fachadas continuas. El proyecto, concebido como un lugar de reunión, aprendizaje y creación, dispuso un volumen largo, a modo de fachada continua, pero retranqueada para ensanchar la vereda y crear un patio interior. Se proyectaron tres grandes salas multiuso que se cierran hacia la calle y abren su vista hacia el patio interior verde y amplio, buscando privacidad, concentración y naturaleza. La estructura es de hormigón armado y paneles de hormigón liviano.