El diseño del Estadio Benito Juárez, en la comuna de Cerrillos, tuvo como objetivo dotar al barrio de una mayor y más variada infraestructura deportiva. El terreno disponía de una franja angosta para construir el programa que contemplaba amplias salas de gimnasia, camarines, cafetería y administración. Para utilizar la menor cantidad de suelo posible, las salas de mayor superficie se colocaron en el segundo piso dentro de un gran volumen metálico elevado, liviano y sinuoso que se cierra hacia la calle y se abre hacia norte mirando el campo deportivo. El primer piso, mucho más angosto que el segundo, contiene un acceso amplio donde se encuentra la sala de informaciones, cafetería y baños públicos.